Para Erik Muhlheim

Escondes tu deforme cara bajo una mascara blanca.

Blanca y dura, que solo deja ver tus ojos llenos de odio por la humanidad.
Humanidad en ti no hay.
Hay en ti el rastro de lo que una sociedad superficial hizo.
Hizo estragos sobre tu persona.
Persona que en el fondo esta llena.
Llena de amor para dar.
Dar pero no estas destinado a recibir.
Recibir amor o apreciación nunca ha formado parte de tu vida.
Vida oscura, de pasadizos, bajo la ópera.
Opera que conoces y escuchas con pasión.
Pasión si que hay en ti, suficiente para vivir.
Vivir sin mucho de lo que deseas.
Deseas que alguien pueda mirar tus ojos sin distraerse.
Distraerse con tu rostro desfigurado.
Desfigurado desde que naciste y desfigurado por tu propio odio.
Odio a la sociedad.
Sociedad que te ha pateado.
Pateado estás pero te levantas.
Levantas la voz de esa chica dulce.
Dulce y talentosa es ella.
Ella te embruja, te escucha, te respeta, te aprecia.
Aprecia tu talento.
Talento que has ganado viviendo en esos pasillos subterraneos.
Subterraneos llenos de ratas y soledad.
Soledad te acompaña, pero ahora, eres un angel.
Angel de ella, angel de la música.
Música que tanto te encanta.
Te encanta ella y como canta.
Canta como una diosa, como tú le enseñaste.
Enseñaste tu rostro, te quitaste la máscara, y no causó mas que horror.
Horror de ella como de todos.
Todos lo que te han mirado.
Mirado esa piel.
Piel que suplica por caricias.
Caricias que nunca te han dado.
Dado que el creador lanzó para ti sin suerte.
Suerte para la proxima vida querido fantasma.

Inspirado en el clásico “El Fantasma de la Opera”

Uno de mis clásicos favoritos

Una obra que no hay que dejar de ver