Un escrito patético

Esta página en blanco es mi reto.
El reloj marca las 2:08 am y el insomnio no se ha ido a dormir. Me obliga a pensar en la patética situación actual de mis sentimientos.
Verás, página en blanco, desde hace meses lo patético no me deja llenarte. Y así es, acepto que es patético. El hecho de que sea YO quien hoy las actúa (o más bien, NO actúa) no las convierte en otra cosa (no pude conseguir un antónimo de “patético” y no tengo ganas de pensarlo así que quedará en “cosa”). Pues, mucha gente piensa que ciertas acciones son patéticas y cuando se ven sumidos en ellas, cambian su creencia.

Lo patético hoy es la indiferencia y el remplazo de la pasión por el insomnio, la desesperación y las ganas de dormir eternamente. Verás, pagina no tan en blanco, que estas líneas no se acercan a ser lo que muchos días te llenan. Esos días te llenan pensamientos y sentimientos llenos de pasión. Pasión por la vida, el sentir y el sentido (¿acaso son sinónimos? ¿sentir y sentido? Creo que el primero es infinitivo y el segundo pasado participio. Okey, oficialmente soy patética, escribiendo algo que trata de salir de mi pecho y salen explicaciones de tiempos verbales. Maldita sea, ya no se ni de qué carajo hablaba).

Hoy la estupidez me consume. Hoy vi en televisión dos películas malas. Y a pesar de pensar “¡Qué patético! ¡Apaga esa mierda!”, mi dedo no quiso presionar el botón. Verás, página por desgracia no en blanco, no quería presionar el botón para acostarme en esta cama y mirarte con recelo. A tí, página que estabas en blanco y que desearía que siguiera en blanco, te miro con recelo pensando “okey, me ganaste, no tengo con qué llenarte. Te informo que hoy no tengo por qué escribir”.
Y de nuevo menciono la estupidez para acentuar la soledad. Nunca me había sentido tan sola en mi vida. ¡Qué patético! Hace años pensaba que sentirse solo era muestra de debilidad. Ahora se que aceptar que se está es muestra de fortaleza. Y vivir sin quien tome tu mano, ni tu mamá ni tu mejor amiga ni un novio, es ser más fuerte todavía. Pero la soledad más cruel es en la que yo misma estoy ausente (jaja así como en el msn, jaja que te pones “away” o “inactivo” cuando despegas tu trasero de la silla para separarte del monitor un momento e irte a bañar. Agradeces que por el msn, puedes mandar emoticons o caritas estúpidas sonrientes pero no se perciben los olores, porque apestas.). Ausente de vida, ausente de todo, vacía.

Me recuerda al dilema del vaso medio lleno o medio vacío. Siempre me ha parecido estúpido. ¿Se supone que vas a determinar si una persona es positiva o pesimista preguntandole eso?. Sólo que esta vez, estoy tres cuartos vacía. Tres cuartos, 21 gramos ausentes. Jaja ¿Ahora escribo buscando ideas en cliches? ¿En frases trilladas? La lista de cosas patéticas continúa. ¿Ahora tengo una lista? Que horror.

Y el reloj marca las 2:29 am. Y quiero terminar este escrito con ideas de un no-reflejo.
El espejo no es mi amigo. Mi físico no sigue los parámetros de belleza. He visto mi reflejo en paz y alegre. Lo he visto con los ojos hinchados de llanto. Lo he visto aburrido e indiferente. Lo he visto transparente, fragil y vulnerable. Todo en momentos y facetas diferentes.
Hoy no me veo... No me encuentro... Ausente...

Si tengo suerte, página no en blanco,
mañana me pisa un carro, camión, autobus,
o al menos una bicicleta.
Lástima que no creo en la suerte.