No se nada
En un cuarto lleno de objetos. Que no sirven para llenar el espacio. Con muchos relojes y un par de espejos. Como si se pudiese ver el tiempo en un reflejo. Pero no, es imposible. Y cuando repentinamente mi vida parece vivible. Me sumerjo en las dudas. Y en las complicaciones absurdas. Que si soy de aquí o de allá. Pero realmente maldigo esas ataduras. Porque me gustaría ser yo y ya. Y ni eso lo se con seguridad. El miedo comienza a jugar conmigo. Se que soy mala moviendo las piezas. Pero no puedo dejarlo ganar el partido. Las almohadas dejan de ser cómodas. Los ventiladores me dan calor. Y las canciones me repiten que sufro de desamor. Aunque no debería. Lo que no entiendo: las palabras, la emoción y la alegría. La muerte, la belleza y el sonido de olas que no existen. La arena bajo mis pies que ya no está.