miércoles, septiembre 20, 2006

Servilleta

Hace unas semanas, me monte en un avion. Fue un horrible sentimiento. Recorde la noche en la que las luces de maiquetia desaparecieron en la oscuridad con mi vida, mis suenos, mi cultura, las arepas y la solera. Aquel dia que vi a Venezuela por ultima vez, me monte en ese avion alrededor de la 1 de la madrugada. El vuelo tenia una hora de retraso. Estaba cansada y borracha del sueno, lo suficiente como para sentir poca melancolia, que no me detuvo de llorar al ver por la ventana de la nave mi pais desaparecer en la nada.
Lo que leeran a continuacion, lo escribi en una servilleta, en el penultimo avion en el que me monte, vuelo de Calgary (donde hoy vivo, aun en un hotel) hacia Fort McMurray (un pueblo cercano).

Vivo extranando la vida que deje. Anorando recuperarla cuando no hay vuelta atras. Con suenos destruidos y pesado despertar. Pero la realidad es que mientras mas tiempo pase dormida y sin sonar, menos pasare despierta para llorar. Para sentirme mal, para sonar.
Por mas que intento superar la adversidad, puede que el inconsciente sea el que no me lo permite.
Cai de tan alto que no me puedo mover. Me di tan duro que es imposible comprender. La comprension ya no es parte de mi plan, la costumbre lo es. Y cuando este a punto de vivir por inercia, entonces despertare... Y todo sera mejor.
Tengo miedo de llorar con odio. Lloro de tristeza, pero la rabia no ha tomado el partido. Cuando lo haga, llorare de decepcion. Decepcion de mi misma y de mis oscuros sentimientos.
Un futuro incierto me espera y me molesta, lastima mi ego controlador y mi mania planeadora.
Hace que salgan los demonios internos que tanto me cuesta encerrar, siempre se que estan alli pero no los dejo salir. Hoy se escapan con las elaboradas tacticas y moramas, se burlan y no me dejan en paz. Me hacen estallar, entrar en crisis y caer.
Ellos estan hechos de soledad, de rabia, de frustracion, de lagrimas, de desesperanza, de decontrol. Son volatiles. Controlan mi humor y mi deshumor, y me tientan a acabar con todo.
A decaer y a morir en llanto.
Veronica