Ocurrió Así

Leyendo hace poco uno de los posts de SiempreBuena (www.siemprebuena.blogspot.com) lei una conversación que tuvo ella con un baboso cibernético. Me hizo recordar una conversación que tuve yo hace unos meses con otro idiota por mensajes de texto.

Fue algo asi:

El: Hola. ¿Como estas?
Yo: ¿Quiés es?
El: ¿No eres Fulanita de tal? Un pana me dio este número diciendo que era el de Fulanita de tal.
Yo: No. O te mintieron o te conejearon, porque no soy Fulanita de tal. Numero equivocado.
El: Ah ok disculpa. ¿Y tú como te llamas?
Yo: Verónica. ¿Y tú?
El: Fulanito de tal (ni me acuerdo como se llamaba). ¿De donde eres?
Yo: De Puerto La Cruz. ¿Y tú?
El: De Cumaná.
(Las preguntas de siempre: ¿Qué edad tienes? ¿A qué te dedicas? ¿Qué te gusta hacer? ¿Qué música escuchas? Y todo el bla bla bla ya estaba empezando a aburrirme).
El: ¿Nunca vienes a Cumaná?
Yo: Tengo tiempo sin ir. Es más chiquito que Pueblo la Cruz, así que no me llama mucho la atención.
El: Pues si vienes podríamos hacer cosas muy divertidas.
Yo (ya sabiendo por donde venía la cosa pero dispuesta a ver con qué me salía el muy pajuo): ¿Como que?
El: Bueno podríamos conocernos mejor y más que eso.
Yo: ¿Qué más? (Solo por darle cuerda).
El: Te ofrezco una noche de sexo sin compromiso muy divertida. Podría hacerte sentir cosas que jamás has imaginado. (No recuerdo las palabras textualmente pero fue algo como eso).
Yo: No gracias. Por andar en eso de tener sexo con desconocidos ahora tengo SIDA y tuve que renunciar al sexo por completo.
(Tradó un poco en responder y pensé que ya me lo habia sacudido. Por eso, reí con malicia e imaginé la cara de ponchao que seguramente puso el muy cabrón. Para mi sorpresa, volvió a escribir).
El: Verga chama lo siento. Pero ¿Cómo asi? Si eres tan joven. Que lástima.
(No me comí el cuento de que realmente lo sintiera).
Yo: Es mentira. No tengo SIDA. Lo dije para demostrarte que en la vida todo es posible y que andar por ahi ofreciendole sexo a desconocidos no es lo más conveniente. (Y aunque no se lo dije, pienso tambien que es medio deprimente).
El: Ok. Gracias por la lección. Suerte en la vida. (Debió haber pensado que soy una loca. O tal vez que no valía la pena seguir gastando su saldo intentando acostarse conmigo algún día).
Yo: Jaja ¿viste? Hace 2 minutos querías cojerme y ahora no quieres saber más nada de mi en tu vida. Suerte en la tuya también.

Y allí quedó. Otro idiota él, fulanito de tal.

Y otra maldad yo, la brujita.

Un hecho de mi vida real.